Esta contribución al trabajo del observatorio del espacio público de Bogotá, Colombia, indaga un enfoque crítico del concepto de caminabilidad, con el argumento que esta medición de la calidad del espacio público ha sido adaptada a partir de la tradición urbana norteamericana. En las ciudades latinoamericanas, pierde relevancia y obstaculiza una reflexión cualitativa sobre la relación entre el caminar, los caminantes y los espacios que recorren a diario.